PREMIOS SANTA ISABEL DE PORTUGAL 2012
Zaragoza, 11 de julio de 2012
Loa a la Coordinación de Transplantes de Aragón a cargo del
Diputado D. Máximo Ariza
Déjenme pedirles a todos ustedes que miren. Sí, sí, que miren a su
alrededor, que vean a las personas que tienen enfrente, o al lado, o detrás. Piensen
ahora, solo un instante, en quiénes de los que están viendo quizás hayan
decidido algún día que, si llegase el caso, estarían dispuestos a ofrecer su
ayuda a otros que pudieran necesitarlo. Es claro que no lo saben ustedes, que
no lo sabemos ninguno de nosotros.
Ésta, señoras y señores, es la grandeza de la solidaridad. De la
entrega que no espera nada a cambio. De la que se dirige a quien sea, sin
conocerlo tan siquiera, sin saber su nombre ni sus apellidos, ni su raza, ni
sus creencias, ni su posición social…
La donación de órganos es un acto de amor. Esta palabra que nos
cuesta tanto decir en actos tan solemnes como éste. Lo voy a repetir: la
donación es un acto de amor.
Señor Presidente de la Diputación de Zaragoza,
Señora Presidenta de Aragón,
Señor Delegado del Gobierno de España,
Diputadas y diputados,
Autoridades,
Señoras y señores
Buenas tardes.
He de loar ante ustedes los méritos de la Coordinadora Autonómica
de Trasplantes de Aragón para pasar a formar parte de la nómina de distinguidos
con la Medalla Santa Isabel de Portugal. Coincidirán conmigo en que la tarea es
fácil. Y lo es porque estoy seguro de que es un sentimiento unánime que este
reconocimiento que hace hoy la Diputación de Zaragoza es un acto de justicia.
Con el permiso de todos ustedes, este elogio lo voy a apoyar en
tres breves historias que tienen la finalidad de provocar otras tantas
reflexiones. La primera se va a referir a un compromiso. La segunda, será un
relato en blanco y negro. Y la tercera, una apelación a la autoestima, a través
de un record Guiness.
Hace seis siglos (aquí va la historia de un compromiso); hace seis
siglos casi exactos, digo, de hecho se cumplieron el pasado 28 de junio, nueve
personas ilustres, justas y de reconocido prestigio dieron un ejemplo de
templanza y acertaron a cumplir el encargo de los parlamentos de Aragón,
Cataluña y Valencia de encontrar una solución pactada a la grave situación que
vivía la Corona de Aragón, tras la muerte sin sucesión del rey Martín I,
llamado “el Humano”, que ya duraba dos largos años y que se había manifestado
con violencia y con duras consecuencias para los ciudadanos. El Compromiso de
Caspe fue un ejemplo desconocido de acuerdo y de respeto por la opinión de las
demás partes. Se discutió, se pactó y se anunció por unanimidad quién era el
rey de Aragón.
Aquí, en este escenario, entre las personas que ocupan el espacio
para los premiados se sienta José Ignacio Sánchez Miret, el coordinador de este
Programa de Trasplante de Órganos. Él representa todos esos valores. Es la cara
del compromiso de muchos hombres y
mujeres que se esfuerzan en conseguir que el pacto solidario de quienes han tomado la decisión de donar sus
órganos se lleve a cabo. Y, por tanto, aporte una solución para salvar vidas.
Ya sé que es una comparación anacrónica, pero también es cierto
que la historia nos da muchas veces ejemplos y pautas que no hemos de
despreciar. Y esta es nuestra, de pura raíz aragonesa.
Compromiso, pacto, decisión, unanimidad y solución. Estas son las
palabras que quiero relacionar.
Va ahora la segunda historia. Es un relato que nos hace pensar en
lo cerca que están el blanco y el negro según como se interprete lo que se
quiere decir ¿Recuerdan cuando el Zaragoza ganó la Recopa? En las semifinales,
nos enfrentamos al Chelsea. Un curioso episodio en la Romareda provocó una
reacción inesperada. En un lance del partido, uno de los futbolistas rivales,
que había hecho una fea entrada a un jugador maño, resultó contusionado y quedó
tendido en la hierba. La grada aragonesa lanzó gritos bien sonoros de “písalo,
písalo, písalo”; y, casi al tiempo, la afición inglesa comenzó a aplaudir de
forma efusiva y grandilocuente dejando atónitos a los aficionados blanquillos.
Al día siguiente los periódicos británicos despejaban la incógnita. Donde los
nuestros decían: písalo, písalo;
ellos entendieron: peace and love, peace
and love. Es decir, paz y amor, paz y
amor, convirtiendo la Romareda en un adalid de deportividad y de juego
limpio.
Ya ven el blanco y el negro, la verdad y lo que no lo es, tan
cerca. En el caso de la Coordinadora de Trasplantes de Aragón no hay tal
confusión. Su papel en nuestra tierra es incuestionablemente blanco, meritorio,
de juego limpio, callado, constante, sacrificado, entregado al bien común…
Los hombres y mujeres que lo conforman consiguen gracias a su
esfuerzo, a su capacidad y a su preparación espectaculares resultados que
afectan directamente a la mejora de la calidad de vida de muchos ciudadanos y
de sus familias.
La tercera historia, la quiero dedicar a un dato que, en mi
opinión, es una llamada a la autoestima, a lo que somos capaces de hacer como
colectividad, como pueblo... Se cumplen el próximo mes treinta años del
Estatuto de Autonomía de Aragón (concretamente el día de San Lorenzo, el 10 de
agosto) y esta circunstancia, señoras y señores, no puede pasarnos
desapercibida. ¡30 años! Casi, señor presidente, los que llevaba cerrada la
hermosa Catedral de Tarazona, felizmente reabierta en un acto en el que estuvieron
presente los Príncipes de Gerona.
La historia les he dicho que habla de un record. De un record
imbatible de democracia. Y estando en un acto de la Diputación de Zaragoza es
oportuno presumir de ello porque se trata de una de las ciudades de nuestra
provincia. Es para siempre el primer ayuntamiento democrático de España.
Como quizás sepan, el rey don Juan Carlos visitó el día anterior a
la constitución de los ayuntamientos democráticos el Instituto Politécnico del
Ejército de Tierra.
Se daba la curiosa situación de que la hora de llegada del monarca
era anterior a la constitución del nuevo ayuntamiento. Y la de salida,
posterior. Así que debería ser recibido por la Corporación saliente y despedido
por la entrante.
La Casa del Rey indicó que fuesen las mismas personas quienes
hiciesen los honores de llegada y de salida de la ciudad.
Ante esta situación, los candidatos electos por Calatayud elevaron
una consulta urgente ante la Junta Electoral de la provincia sobre la
posibilidad de adelantar la constitución del nuevo ente municipal. Se resolvió
con la autorización para que la Corporación se constituyese un día antes. He
aquí el record imbatible.
La Autonomía ha hecho posible logros que no podíamos imaginar
cuando la Constitución empezaba a dar los primeros pasos por el camino de la
descentralización. La Autonomía permitió que tomásemos decisiones cercanas al
terreno, asentadas en el conocimiento preciso de nuestras necesidades, basadas
en el modelo de desarrollo que creíamos mejor para nuestra tierra y para
nuestra gente.
La Autonomía hizo posible que los sucesivos gobiernos de Aragón
apoyasen las actividades de hombres y mujeres como las que llevan adelante
quienes conforman la Unidad de Coordinación de Trasplantes de Aragón.
El doctor Sánchez Miret ha sido testigo del paso de distintos consejeros y
consejeras con quienes ha podido compartir el proyecto, a quienes ha sido capaz
de ilusionar, de explicar la tarea que llevaban entre manos los trabajadores de
la Unidad (enfermeras, médicos, personal de ambulancia, telefonistas, él
siempre cita a todos, y resalta especialmente a los propios donantes). La
cercanía al poder político ha hecho posible que estas actividades proveedoras
de salud sean mejor entendidas, se sientan en la propia piel, se mire a los
ojos de quienes las hacen posible…
Gracias a su esfuerzo y también, insisto, a la Autonomía, los records son
ahora de estos profesionales. Ellos han dado la nota. La mejor nota. Son un
claro ejemplo de lo que significa trabajo en equipo. Un trabajo de record: cada vez que se produce
una donación se pone en marcha un dispositivo organizativo en el que participan
entre 80 y 100 personas pertenecientes a diferentes colectivos profesionales,
que tienen que actuar en pocas horas, con gran celeridad y en perfecta
sincronización para alcanzar el feliz resultado de dar vida. Teniendo en cuenta
su complejidad, resulta realmente alentador observar la superación en los
resultados que, de forma continuada y un año tras otro, obtienen.
Aunque su esfuerzo no se mide en números, los datos, insisto, son
de record.
Hasta diciembre de 2011, la Unidad ha intervenido y colaborado en
un total de 1.229 trasplantes renales, 415 trasplantes hepáticos y 104
trasplantes cardíacos, gracias a la participación de más de ochocientos
donantes de órganos en la red de hospitales aragoneses.
Esta prolija actividad, unida a la sensibilidad y la actitud
colaboradora de hospitales, profesionales, pacientes y donantes, ha logrado
que, a día de hoy, los pacientes aragoneses en lista de espera puedan recibir
su intervención en unos 50 días, mientras la media nacional supera los 150.
Doctor Sánchez Miret, muchas gracias por su trabajo, muchas gracias por
aceptar la distinción que le ofrece la Diputación de Zaragoza, nos sentimos muy
honrados todos los diputados y diputadas. Muchas gracias a todos los
trabajadores (sanitarios y no sanitarios) que intervienen en todo el proceso de
un trasplante, al personal de aeropuertos, Guardia Civil, Policía Municipal,
Protección Civil, Jueces y un largo etcétera. Muchas gracias, como usted mismo
ha indicado, a todas esas personas que han dicho sí al trasplante, que han
tenido la sensibilidad de convertir la generosidad en una clave de honor.
Con la metáfora de tres historias,
·
empecé citando un Compromiso. El suyo, el de todos ustedes, es claro.
·
seguí hablando de un malentendido, de la diferente interpretación de la
verdad. Con ustedes, con su trabajo, con su labor, no hay duda alguna de la
bondad de lo que aportan a la sociedad.
·
Y he acabado hablando de sus records, de sus impresionantes resultados.
Cito, por último, el resumen: su trabajo, doctor Sánchez Miret, es
un gran homenaje a la vida.
Enhorabuena.
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